Si hablamos de "educación para las Nuevas Tecnologías", considero ésta una necesidad. La alfabetización dejó paso a la multialfabetización, a esa alfabetización 1.0 y 2.0 que nos lleva al manejo de la ofimática y la telemática; la comunicación, publicación y acceso de información a través de Internet. Si repasamos el concepto de "educación a través de Nuevas Tecnologías", parecemos darle exclusividad a este medio. Aprender por medio de las TIC no debe limitar a aprender por medio de otros medios. Por último, si tratamos el asunto de "educación con Nuevas Tecnologías" damos paso a la complementariedad, tratamos a las TIC como un recurso más de la enseñanza.
Ahora bien, ¿cuál es el papel que las TIC habrían de desempeñar en la educación? Sin duda, ¿qué sería de un futuro maestro sin saber utilizar las Nuevas Tecnologías?. ¿Qué hay de negativo en una educación a distancia que, de otro modo, no se proporcionaría? ¿Cómo obviar unas búsquedas que aumenten nuestro conocimiento? Nadie podría oponerse a esta concepción y, sin duda, yo no lo voy a hacer.
El problema y la causa de mi crítica radicaría, incuestionablemente, en una partícula comparativa y en la inversión de los términos: "Nuevas Tecnologías como educación". Cuando desde una esquina de mi vida o un rincón de mi pensamiento, observo y analizo la sociedad, muchas de las veces entristezco. Lo hago porque constato que este mundo no es correcto, que nos venden igualdad y compramos injusticias; y entristezco, también, porque noto que se pierde la cultura. Todos nosotros utilizamos Internet, el Tuenti, el Messenger... y desentonamos si no lo hacemos. Todos nosotros sabemos abreviar un "por" con una "x" o un "te quiero" con unas míseras "tk". Y, muy probablemente, se nos considería unos ignorantes si no fuésemos capaces de traducir dichas abreviaturas (aun no mereciendo ni tan siquiera tal denominación).
No obstante, el conflicto no emana de controlar o no controlar lo mencionado; la incertidumbre y la peligrosidad nace de olvidar lo que mi humilde persona considera la verdadera cultura. No conocemos la Historia, los ríos de nuestro país, quiénes fueron nuestros antepasados, el porqué de una Guerra... No nos preocupamos por las obras de arte, por los espectáculos, por la ortografía. No nos inquieta una buena poesía, una crítica fundamentada, lo que expresa con inquietud un orador nato. No sabemos ni nos importa quién gobierna nuestro país, qué defiende y por qué, hacia dónde vamos ni de dónde venimos. Sin embargo, nos encanta chatear, ver a indocumentados debatir (entiéndase, discutir, revolucionar, discrepar) en televisión, crear eventos o hacernos "amigos" virtualmente.
Entristezco, y lo hago porque estamos acabando con las LETRAS, escritas con letra mayúscula. Espero que mi relación con las TIC no haga pasear a las tildes, confundir las "b" y las "v" y evitar lo que realmente son las relaciones y las preocupaciones sociales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario